Mira mis pies por debajo la puerta,
ahí estoy.
Ábreme vengo del frío,
dame la escritura,
para quemarme libre del énfasis
hoy en el límite del escalón sonámbulo,
justo en la ultima vuelta de esta vida,
de esta muerte.
porque el tiempo está ahí
con su materia traslúcida,
en este aire adivino que sube por mis venas
sin que sea yo la misma yo que vuela y anda
por las calles en alcohol y sílabas
porque el tiempo está ahí
celebrando la peor de las sintaxis de agosto,
viéndolo todo por anticipado en el marco sin espejo,
viendo el amor y el vértigo,
lo simultáneo de estar en todas partes.
Ábreme vengo del frío,
dame la copa
para albergarme en el útero la inconciencia
hoy en el abismo de la ventana inventada,
justo en la primera vuelta
de esta vida, de esta muerte.
Mira mis pies por debajo la puerta, ahí estoy.
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